HOY: El modus hablandi

(INTERIOR, RUSH HOUR, AGENCIA DE PUBLICIDAD)

OCTAVIO IBARGUREN DE PICOS-PARDO AVELLANEDA*: (Pretende encender un Benson&Hedges y, ocioso como toda su estirpe, se posa en el respaldo de Ana*, concentrada proletaria del Diseño, que malvive de un sueldo breve) –Hola, Ana ¿tenés fuego?
ANA: -(No se da vuelta y continúa con la vista fija en el monitor; sabe por la característica entonación aguda hacia el final de las frases quién es el que está importunándola) Grñssk, grunf, cof cof, estoy trabajando.
O.I.D.P.-P.A.: -Ah (…) Eh…Ana, ¿de qué barrio sos? (Como todo aristócrata, Octavio no puede aburrirse sin estorbar a la Humanidad)
A.: -(Gira, inclina sus gafas y le dirige una oblicua mirada malevosa, aquella que hiciera célebre al Taita Funes cuando acuchillaba a alguno) De Floresta, ¿por?
O.I.D.P.-P.A.: -¡Uhhuhuú! ¡Pero eso es como…EL BRONX! ¿NO?


Tenerle paciencia a un aristócrata es más difícil que dibujar un pitufo de memoria. ¿Estás dudando? Te diría que pruebes, pero no, mejor no lo intentes en tu casa. Con mi hermano apostamos a ver a quién le salía y surgió tanto engendro que tuvimos pesadillas. Al final terminamos remodelando una de esas creaciones, víctimas del ubicuo reggaeton veraniego, y de ahí la imagen. Sin embargo, en aquella ocasión de impacto con aristócrata, el remate de mi amiga fue magistral: se levantó de la silla, lo miró fijo desde arriba –alta como siempre- y con un perfecto manejo de cierto slang neoyorquino locutó “I´M A NIGGER, BLING, BLING, CLICK´A - CLICK´A YOU MOTHE´ FUCKER!” gatillando un imaginario revólver en la mano derecha. Creo que Octavio se rió, pero retrocediendo a una distancia prudente, digamos hasta Manhattan.
En un escrito anterior mencioné la incapacidad completa de las clases altas para ponerse en el lugar del otro. Para ejemplo cortito y al pie está el que no pudo comprender que una muchacha asalariada como yo permaneciera todo el verano en la ciudad de Buenos Aires. Sencillamente, no entendió lo de no-salir-de-vacaciones-a-Punta durante tres canículos meses. Sin embargo, este año sí me fui, pero no a Punta sino a Santa Teresita, que viene a ser a la costa atlántica lo que Floresta a Buenos Aires o el Bronx a Nueva York.
Cuando le comenté a Ana que se me había pegado el spanglish -en virtud de habéserme desportillado día a día en los oídos Eddie Lover, Don Omar, Chapa “C”, Macano, La Factoría, Rakim&Ken y Daddy Yankee- se asqueó y me dijo que no le gusta el reggaeton. Pero para mí que no hay tanta diferencia entre su “Bling, bling, click´a-clicka” hiphopero y esto que yo le hubiera contestado a Octavio si me pedía un encendedor:
(Léase aspirando las consonantes y con la mandíbula un 40% más distendida de lo corriente en las sílabas con “a”.)
“Oye, mammo, teiquere, teiquirísi, no me pidas lighter, que aunque lleve top halter, no soy tu gatita, soy strít-fáiter, la más daddy de toda´ la´ west-mammie´ diacá a Santos Lugare´. Hellow, pára el chóu, bájame la revolución, enfunda ese fusil, aquí no hay ligther con refill, que yo no soy amiga, soy mala, soy hormiga brava. Y mira-mira, si esta callejera se jalea, es gata que araña, da pelea, te saca las muela´, y da pena la secuela.” Y me daría la vuelta, meneando la minifalda de cadena´ a laspalda, con esta´ mis nalga´ de veinte quilate´que sacas a dieta de aguacate cocido en salsa de tomate, y por delante aquel colgante, con el signo peso´gigante, en strass bien briyiánte. (…)
Sóri bróders, me ofreceré de lirista a Wisin y a Yandél, regreso al ratico, no se vayan a perder.


(*) Octavio es el nombre falso más aristocrático que pude hallar habiendo descartado a Leandro, Tomás y Lautaro, porque en el fondo me gustan para ponerle a un hijo o a un perro.
(*) Ana es el nombre falso de una amiga que a pesar de que la hice quedar como heroína y de que este escrito es un homenaje para ella porque cumple años el 22 de febrero, por ahí no le gusta esto que escribí y me manda a matar. Es que es de Floresta. Y Floresta es así, Floresta es el Bronx.

8 comentarios:

Fran Galea dijo...

holia. (y aparte)
Me gustó el gráfico del pitufo, un día te voy a hacer llegar mi arte. Tengo algunos dibujos de Monguito (el extraterrestre de "Jorge y Alberto y los extraterrestres") tenés una calidad dibujeril. Por otro lado es notoria la lucha de clases en tu relato, todos sabemo s que santa teresita es más marxista que la neoliberal punta del este, tercero no tengo idea a qué me anotaré, apuesto que vas más adelantada que yo en la carrera y me va a dar vergüenza decirte que me voy a anotar en el seminario de libros para colorear.
Pero igual te paso mi mail de msn: fransonico@hotmail.com (no es por babasónicos. Un abrazo Lopezreguista.

Un helecho que dice la verdad dijo...

Entre Monguito y López Rega no sé quién da más miedo o ha provocado más daño psíquico. Me acuerdo una vez que salimos de aprobar Metodología (materia de soporíferos teóricos) y estábamos tan contentos los tres del grupo del TP Final que nos quedamos en la salida de Ramos hablando cuarenticinco minutos sobre el Pitufo Enrique, (yo no sabía que al periodista de Crónica después lo echaron por reírse con la nota del Pitufo, ahí me enteré). Bajo la curiosa mirada del tipo de Seguridad de la facultad discurrimos también sobre esa película de Porcel que era una copia a ET (salía Tristán, creo que era un mozo del restaurante del hotel) y la de "Los Exterminators en la Mansión Embrujada"; sólo que no recordábamos el nombre de "Monguito", de todas formas pudimos identificarlo en nuestra memoria como "un asco ese bicho, qué mal hecho que estaba, si eras chico te revolvía la panza".
No hay nada más marxista que Santa Teresita, uno vacaciona allí y es como Moscú en 1941 pero sin nieve. Con nazis sí, porque ahí lo encontraron a Dinko Sacich en una casita con jardín delantero de la calle 4.

Fran Galea dijo...

desde mi poligriyismo grafico quiero decir: escribís mucho. segundo: ahora pude leer con detenimiento la parte de idioma centroamericanizado/reguetoneril. Ha salido muy parecido, por que hasta me puso nervioso y le pegué al perro. Perdón perro.

Un helecho que dice la verdad dijo...

Sí, escribo tanto como hablo. Me gustaría poder hablar por los codos y las rodillas, pero aún no aprendo. Entonces me desquito escribiendo.
Es lo que les pasa a las personas que viven solas en una gran casa y dialogan con las plantas, helechos en mi caso. Las plantas nunca interrumpen, y dejás de poder graduar la charlatanería.

Las plantas deberían empezar a interrumpir.

Un helecho que dice la verdad dijo...

Los perros deberían poder demandar por malos tratos.

Fran Galea dijo...

El perro no se queja y yo le hablo también, le pregunto cosas, y no me responde, le hablo de lavagna y no me responde, le digo que mi vida se cae a pedazos y no me responde, es como mi propio psicólogo con mucho pelo.
Tené cuidado con los Helechos, mi abuela me decía que eran venenosos así no jugaba con los mismo, le colgaba muñequitos, como si fuese un arbol de selva.

Un helecho que dice la verdad dijo...

El viejo truco de las plantas venenosas... Lo voy a usar cuando el diablo me dé sobrinos.

Mr Mojo Risin dijo...

Cuanta razon, ningun ser humano que se precie de tal puede dibujar un pitufo de memoria.

Mi Pitufo preferido es uno que aparecía muy rara vez y era el Pitufo Cochino, que tenía el sombrero hecho jara, todo rodeado de mugre de pantano y lleno de moscas, ademas apestaba a rayos, no se, debe ser con el que mas me sentí identificado.

Genial lo del idioma reegaetonero que tanto nos taladró la cabeza ultimamente.

Yo no fui a los teóricos de Metodología. Labourdette querida...