(INTERIOR, NOCHEBUENA, CASA DE ABUELA CATY*)
ABUELA CATY: -Tomá, poné en la mesa el pajarito.
YO: -Bueno, pero ya no se usa más esto de poner pajaritos come-carozos, abue.
A.C.: -Entonces poné el pececito, nena, acá tenés.
ABUELA CATY: -Tomá, poné en la mesa el pajarito.
YO: -Bueno, pero ya no se usa más esto de poner pajaritos come-carozos, abue.
A.C.: -Entonces poné el pececito, nena, acá tenés.
“De todo hay en la viña del Señor”dice mi abuela y “De todo hay en el arbolito de mi casa” digo yo. Sí. Hasta ese familiar invertebrado de jardín está presente. De fino cristal azul, con una delicada cuerdita dorada, listo para colgar de una rama de pino sintético, les presento a… BABOSÍN.
Que hay adornos y adornos, ya lo sabemos. No por algo María Natalia* afirmaba que era desesperante su Navidad auspiciada por Coca-Cola, producto de veintisiete años de poseer almacén familiar y despacho de bebidas donde nadie reclamaba las promociones de diciembre.
Animalejos con cuernos, con alas, con jorobas, todo es válido; la Navidad es la fiesta del amor y la paz y por lo tanto, a nadie excluye. Las Pascuas ya dijimos que son más elitistas, sólo aceptan liebres y aves. Halloween, sólo murciélagos, los cumpleaños de G. “Guillote” Cóppola, sólo gatos.
Babosín apareció en la Nochebuena luego de cuarenta y tantos años de hibernación encajonado entre servilletas amarillentas. De más está decir que fue la atracción principal del almuerzo navideño. Tal vez por puro esplín de diciembre, quizá ya hartos de vernos las caras los mismos seis gatos locos (léase familiares, nada que ver con Guillote), Babosín pasó de mano en mano y cada comensal le otorgó un rasgo de personalidad y una actividad particulares. Presentamos un aquí un extracto de ese sano esparcimiento:
ABUELO: (Lo hace flotar en el Rolito derretido de la hielera) “Babosín náufrago”
ABUELA: (Dobla una servilleta de papel y la sujeta detrás de él) “Babosín angelito”
HERMANO: (Lo acerca a un ingenioso telescopio en miniatura realizado con restos del tapón de la sidra) “Babosín científico”
ABUELA: (Arrebatándoselo a HERMANO en un rapto de inspiración, lo encierra bajo una panera de mimbre en todo similar a una jaulita) “Babosín presidiario”
PAPÁ: (Lo arroja dentro de su copa de vino) “Babosín borracho”
MAMÁ: (Lo acerca a su escote) “Babosín baboso”
Como yo agarré la cámara y le saqué fotos desde varios ángulos, calcularán que dije “Babosín modelo”, pero no; tracé con miguitas su breve silueta sobre el mantel, lo enfoqué con la lente y anuncié acongojada “Babosín asesinado”.
Trágicamente, mis palabras serían proféticas. El 25/12/2007, a las 14.47 horas, ABUELO corrió bruscamente unas semillas de pasas.
El crujido del cristal nos avisó que Babosín (Q.E.P.D.) había dejado de existir.
Que hay adornos y adornos, ya lo sabemos. No por algo María Natalia* afirmaba que era desesperante su Navidad auspiciada por Coca-Cola, producto de veintisiete años de poseer almacén familiar y despacho de bebidas donde nadie reclamaba las promociones de diciembre.
Animalejos con cuernos, con alas, con jorobas, todo es válido; la Navidad es la fiesta del amor y la paz y por lo tanto, a nadie excluye. Las Pascuas ya dijimos que son más elitistas, sólo aceptan liebres y aves. Halloween, sólo murciélagos, los cumpleaños de G. “Guillote” Cóppola, sólo gatos.
Babosín apareció en la Nochebuena luego de cuarenta y tantos años de hibernación encajonado entre servilletas amarillentas. De más está decir que fue la atracción principal del almuerzo navideño. Tal vez por puro esplín de diciembre, quizá ya hartos de vernos las caras los mismos seis gatos locos (léase familiares, nada que ver con Guillote), Babosín pasó de mano en mano y cada comensal le otorgó un rasgo de personalidad y una actividad particulares. Presentamos un aquí un extracto de ese sano esparcimiento:
ABUELO: (Lo hace flotar en el Rolito derretido de la hielera) “Babosín náufrago”
ABUELA: (Dobla una servilleta de papel y la sujeta detrás de él) “Babosín angelito”
HERMANO: (Lo acerca a un ingenioso telescopio en miniatura realizado con restos del tapón de la sidra) “Babosín científico”
ABUELA: (Arrebatándoselo a HERMANO en un rapto de inspiración, lo encierra bajo una panera de mimbre en todo similar a una jaulita) “Babosín presidiario”
PAPÁ: (Lo arroja dentro de su copa de vino) “Babosín borracho”
MAMÁ: (Lo acerca a su escote) “Babosín baboso”
Como yo agarré la cámara y le saqué fotos desde varios ángulos, calcularán que dije “Babosín modelo”, pero no; tracé con miguitas su breve silueta sobre el mantel, lo enfoqué con la lente y anuncié acongojada “Babosín asesinado”.
Trágicamente, mis palabras serían proféticas. El 25/12/2007, a las 14.47 horas, ABUELO corrió bruscamente unas semillas de pasas.
El crujido del cristal nos avisó que Babosín (Q.E.P.D.) había dejado de existir.
(*) Mi abuela Caty es mi abuela Nelly y jamás va a leer esto, así que en realidad no había necesidad de decirle Caty.
(*) María Natalia es el nombre falso de una amiga que cree descubrir alegorías de partes pudendas -como ser un esfínter- en sus adornos del arbolito. Y algo de razón tiene.
5 comentarios:
Piliiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
felicidades!!
te quiero mucho!!
LU!
Eh te compro lo que escribís.
Me pareció muy bueno y kafkiano, en la parte en que tdos le dan un, digamos, a ver si se entiende, un razgo a babosín, hasta que tu abuelo accidentalmente lo convierte en muerte y furor.
“Babosín científico” Eso me hizo reir tanto que tocí un poco.
Me siento halagada de sobremanera; es rara la ocasión en que los miembros de mi familia están orgullosos de la misma, ahora soy una flagrante excepción.
Es una lástima que no le sacáramos fotos al telescopio, era un artilugio maravilloso, todo lo que se acercaba a él parecía "científico", así, por mera proximidad, como nos parece científico Pierce Brosnan cuando se arrima a un sismógrafo en la película del volcán.
(...)
Hemos echado de menos a Babosín. Yo guardé sus cuernitos en una vitrina.
Es verdad que yo lo ví como científico a pierce brosnan, y es verdad que también ví como científico a carlitos balá en la película "las locuras del tio disparate" era un in ventor y tio de las trillizas de oro constantemente intentaba inventar una dorga para doparlas, violarlas y matarlas. Soy francisco, digo el enano d emi botamanga
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