HOY: La huelga I

(INTERIOR-CAMA, DÍA DE CONVERSACIONES TELÉFONICAS SIN SALIR DE LA MISMA, MI CUARTO)

NACHO*-¿No vas a la facultad hoy tampoco?
YO:- NO.
N.: -¿Por? ¿Te sentís mal, querés que hablemos? Paso a tomar un café, ¿dale?
Y.: -NO. (Cuando los leoninos se empacan, la cosa viene mayúscula.)
N.: -Pero decíme qué te pasa al menos. ¿No fuiste a rendir el parcial? Fue ayer.
Y.: (···) (Tres puntos, en mayúscula.) -NO.
N.: -Boluda… no vas a salir más si seguís así.
Y.: -¡ÑIQUIMIMPORTA UN CAZZO!
N.: -¿Un qué? ¡Pero qué te pasa!
Y.: -QUE ESTOY EN HUELGA.
N.: -¿¡EN HUELGA CON QUÉ!?
Y.: -¡CON LA VIDA!


Si existieran asiduos lectores de este blog, habrían notado que hubo una semana sin post alguno. Si existen dichas personas, entelequias dudosas cual hadas, se habrán preguntado por qué. BUENO. PUES PORQUE ESTOY DE PARO. ¿Con qué? Ya se lo dije a mi amigo por teléfono: CON LA VIDA Y TODAS SUS SUCURSALES. Así es. Uno se imagina al deprimido con las chancletas sucias, la barba de tres días y la yerba del mate secándose al sol. Pero a mí no me sale tener barba ni dejármela crecer, no. Ni quedarme con los brazos cruzados, porque si los tuviera así no podría escribir este post que –de puro largo- vale por dos. Además soy de Leo. Además, aprendí muchas técnicas de lucha y resistencia gracias a la Huelga de Cloacas de hace quince días en mi casa.

(…)

Aquel conflicto parecía irresoluble. Fue espantoso porque, como propietaria, cumplí el rol de terrateniente oligarca y mi único objetivo era reprimir. Y estaba retobado el baño, eh. Primero fue el Sindicato Disidente de Surtidores, Sumideros y Afines, que me llenó la bañera con una movilización de lo más violenta, con carteles de “Libertad al compañero piquetero Raúl Canillas” y “Abajo la burocracia de albañal”. Después vino el Movimiento Grifos de Pie. Mamita. Una semana más tarde, todas las baldosas del baño se habían solidarizado con el Ejército de Rejillas de Liberación Popular Antiimperialista, y albergaban allí a su mítico Subcomandante rejillero.

Mis carros de asalto, es decir, el cloro puro y el ácido muriático, alias “Clorindo y Muriel”, que se ven ahí arriba, no me sirvieron de nada. (Este blog es un medio de comunicación; como todo medio de comunicación, no divulga la movilización, sino más bien asusta con la represión, por eso la foto del bidón.) (Y ya que estamos, yo pregunto, ¿alguien vio un carro de asalto de verdad, no por la tele, sino ahí, al alcance inmediato de los ojos? Porque una vez pasé por el Ministerio de Hacienda y había uno, y por más que no sucediera naranja y los policías estuvieran tomando mate, diciéndole cosas a las chicas lo más panchos, el famoso carro de asalto mete UN MIEDO…Tiene unos cañones en el techo terribles, y eso que solamente tiran agua a presión y gases lacrimógenos, cosas inocentes ¿no?, nunca cloro puro ni ácido muriático. Querría saber si a todos les pasa igual o si soy yo que soy una cobarde.)